¿Como resolver un problema laboral?
En el post de hoy vamos a hablar de
cómo resolver un problema en el mundo laboral. En realidad, no hay diferencias
entre el mundo laboral o nuestra vida personal, así que estos consejos los
podemos aplicar a cualquier situación. Vamos a ver qué debemos hacer…
Antes que nada, debemos hablar. Lo
mejor para solucionar un problema es hablar con la persona con la que tenemos
dicho problema de forma clara, educada y racional lo antes posible. Siempre va
a ser mucho más sencillo resolver los problemas de forma rápida que con el paso
del tiempo, porque estos tienden a agravarse. Estas conversaciones suelen
ponerse en muchas ocasiones un poco tensas, por lo que debemos tener cuidado en
la postura, el tono de voz empleado, las palabras… hay que intentar abordar la
situación de la forma más fría posible. También es importante prestar especial
atención a lo que la otra persona está tratando de decirte, e intentar hacer
todo lo posible por entender su posición. Este punto es fundamental, ya que, en
la mayoría de las ocasiones cuando tenemos un conflicto, solemos cerrarnos a
escuchar argumentos que contradicen a los nuestros. De esta forma, hablando del
problema de forma clara, y entendiendo la postura de ambas partes es más fácil
llegar a una buena solución.
Si después de mantener esta charla
no se llega a ninguna solución, se deberá empezar un proceso de “negociación”. Para
entenderlo mejor, os lo explicaré con un ejemplo. Beatriz le plantea a su jefe
Álvaro, que le han ofrecido un puesto de trabajo en otra empresa. Para
conservar a su empleada, Álvaro está dispuesto a subirle el sueldo de 1200 a
1500 euros. Beatriz le dice que si no le aumenta el sueldo hasta los 2000 euros
se irá de la empresa. De esta forma, al no ser flexibles, no van a llegar a un
acuerdo, pero si negocian… Álvaro está dispuesto a subir hasta los 1700 para
conservar a su empleada y a modificarle su horario (que trabaje de forma
continua en lugar de horario partido). Beatriz, que estaría interesada en trabajar
con horario continuo, está dispuesta a trabajar con esa modificación del
horario como mínimo por 1500. De esta forma, en el margen comprendido entre
1500 y 1700 que ambos aceptan, está el margen de negociación.
Con ese ejemplo, quería mostraros
la importancia de ser flexible para poder resolver un problema. Si Beatriz y Álvaro
no hubieran cambiado de postura inicial, ambos hubieran salido perdiendo, ya
que Beatriz no hubiera continuado en el puesto de trabajo que tanto le gustaba,
y Álvaro hubiera perdido a una de sus mejores trabajadoras. La mejor forma para
resolver estos conflictos es la empatía, ponerse en el lugar del otro y no
cerrarte únicamente en tus argumentos.
¿Qué os han parecido estos
consejos? ¿Los soléis poner en práctica? Contadme en los comentarios qué hacéis
vosotros para resolver conflictos en el ambiente laboral.
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